10/09/2024
Dr. Nicolas Gonzalez
MN 126909
IG: @drnigonza
La función de todas las venas es la de ayudar a que la sangre vuelva desde cada uno de los órganos y las extremidades hasta el corazón. Las venas tienen unas pequeñas "compuertas" o "válvulas" que ayudan a que la sangre no vuelva hacia abajo, sobre todo cuando estamos parados ya que la fuerza de gravedad atrae a la sangre para abajo.
En ciertas situaciones, estas válvulas se empiezan a enfermar y empieza a aparecer la llamada insuficiencia venosa. Esto provoca que las venas, que tienen un diámetro chiquito, se empiecen a dilatar. Cuando esto ocurre, aparecen las famosas várices.
Estas varices tienen síntomas y signos, por un lado, tiene una cuestión estética, que son las venas dilatadas. Principalmente aparecen en las piernas, que es la localización más frecuente de las varices, dónde se ven las venas dilatadas como si fueran "tubitos", que normalmente tienen una coloración azulada.
Por otro lado, los pacientes van a referir que existen alteraciones en su calidad de vida. Esto puede ser una sensación de pesadez y dolor de piernas, principalmente al final del día y sobre todo si la persona estuvo mucho tiempo parada. A su vez, pueden presentarse calambres o hinchazón al nivel de los tobillos.
Estos son los síntomas más frecuentes de las várices y es muy importante saber reconocerlos. Es muy normal que algún vecino o amigo comente que presenta esta sintomatología y, de esta manera, se puede ayudar a la persona a reconocer las várices y que pueda consultar a su médico.
¿Cuáles son las causas de las várices?
A día de hoy no hay una clara hipótesis de por qué se generan las várices. Sin embargo, se sabe que hay cuestiones con la edad (a mayor edad, mayor riesgo de várices) y también una cuestión genética. Por otra parte, las mujeres tienen mayor predisposición que los hombres y el embarazo es un claro predisponente a las várices.
La causa del embarazo se debe a que el aumento de presión al nivel del abdomen genera una mayor dificultad del retorno de la sangre de las piernas al corazón. Esto provoca que se agranden las venas y queden más várices presentes. Otros predisponentes claros son el sobrepeso, por el mismo motivo que el embarazo, y el sedentarismo.
Cada vez que se contraen los músculos o se hace actividad física, los músculos comprimen a las venas y esto ayuda a que la sangre vuelva al corazón. Si estamos frente a una persona sedentaria, esa contracción de los músculos es menor y está menos favorecido el retorno de la sangre de las piernas al corazón.
¿Cómo podemos prevenir las várices?
Para prevenirlas, principalmente hay que entender estos mismos predisponentes. Para esto, hay que mantener hábitos de vida saludables, realizar actividad física con regularidad, mantener el peso de forma adecuada o bajar de peso en caso de tener sobrepeso.
Por otra parte, tratar de evitar tanto tiempo parado o sentado, ya que ambos son predisponentes. Finalmente, para evitar las várices también se podrían usar medias especiales de descanso, estas son medias que ajustan más a nivel del tobillo y no tanto en la rodilla, por lo que una persona que está mucho tiempo de pie puede usar este tipo de medias.
¿Qué tratamientos se pueden realizar para las várices?
Hay un montón de alternativas para tratar las várices, esto se debe tratar personalmente por cada paciente junto al especialista, que es el flebólogo. Sin embargo, hay una serie de tratamientos que sí son en común para todos los pacientes.
En primer lugar, se pueden mantener las piernas elevadas al acostarse, sosteniéndolas con un almohadón. Esto porque como se mencionó, la causa de las várices es que la sangre de las piernas no puede retornar correctamente al corazón y justamente esto favorece al retorno de la sangre y disminuye la presión de esa zona.
A su vez, comenzar a realizar actividad física más regularmente también es parte del proceso, al igual que bajar de peso. Dejar de fumar, en caso de que el paciente lo haga, también es importante ya que fumar también predispone el surgimiento de várices y evitar la ropa ajustada.
A pesar de esto, es importante tener en cuenta que cada persona puede tener un tratamiento personal. Que puede ser desde algo quirúrgico o láser, lo que busca eliminar las venas dañadas que generan la dilatación y posteriormente las várices.
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