14/06/2024
Dr. Nicolas Gonzalez
MN 126909
IG: @drnigonza
Con la llegada del invierno, estamos cada vez más expuestos a los distintos cuadros de vías aéreas superiores, que generan rinitis, faringitis o bronquitis. Sin embargo, cuando la infección se empieza a comprometer más vitalmente, en la zona del pulmón o lo que se llama alvéolos, es dónde se produce la neumonía.
En pocas palabras, esta enfermedad es la inflamación del pulmón o de los alvéolos. Está dado por dos grupos de posibles patógenos, que son los virus o las bacterias y, en menor medida, podría darse por hongos, pero principalmente es por virus o bacterias.
Estos virus o bacterias vienen principalmente por las vías aéreas, por eso en situaciones de frío dónde baja la inmunidad, los seres humanos estamos más propensos a infectarnos por neumonía. El mayor cuidado debe tenerse con las edades extremas, que son los más predispuestos a sufrir cuadros de neumonía y, con mayor preocupación, cuadros de neumonías graves.
Los pacientes de más de 65 años o los pacientes menos de diez años son la población donde por una cuestión inmunológica pueden tener neumonías de mayor gravedad. Por otra parte, la población de menor riesgo es la que está entre los diez años y los 60 años, donde los cuadros de neumonía son fácilmente combativos con distintos tratamientos.
Los síntomas de la neumonía típica son la tos y la fiebre. Si el paciente tiene tos y fiebre, tenemos que sospechar de una neumonía. Estos síntomas también se pueden acompañar de dolor en el tórax, fiebre muy alta, sensación de cansancio y cuando es más grave puede haber falta de aire.
Son complicaciones poco frecuentes, pero la falta de aire necesita una internación o incluso ciertos grupos de riesgo puede incluso producir la muerte.
Las causas más frecuentes de neumonías son las causas virales. Pueden ser distintos virus, entre ellos los resfríos típicos que se pueden complicar con neumonía o bien una causa más en esta época de invierno es la gripe.
¿Cómo podemos diagnosticar la neumonía?
Hay ciertas cosas que pueden diferenciar una neumonía viral de una bacteriana. La estrategia de diagnóstico es muy similar para las dos poblaciones, tanto para virus o bacterias. Lo primero es realizar un buen examen físico, auscultar al paciente y tomar la oxigenación con un concentrador de oxígeno.
También se puede realizar una radiografía para confirmar si no se ve el foco de infección y eventualmente algún análisis de sangre en ciertas poblaciones. Para las poblaciones de riesgo se puede tratar de identificar si la bacteria está en la sangre, si está en los mocos o hacer algún tipo de hisopado para descartar la neumonía por gripe o por influenza.
¿Cómo prevenir una gripe?
Lo principal es el lavado de manos y evitar los contactos estrechos con personas que están con síntomas compatibles con neumonía. A su vez, evitar situaciones que pueden exponer una persona de riesgo a personas que puedan estar infectadas, ya que este es la principal fuente de contagio durante el invierno.
Por otra parte, la vacuna debe aplicarse a las poblaciones de riesgo, porque por culpa de una neumonía en una persona de riesgo se puede producir la muerte. Pacientes más de 65 años, con antecedentes cardíacos, con antecedentes pulmonares, problemas inmunológicos de defensas, deben vacunarse contra el neumococo, que es la principal causa de la enfermedad, y contra la influenza.
Después, otros grupos más jóvenes o con otras patologías como por ejemplo diabetes deberían estar vacunados.
En cuanto al tratamiento, las neumonías virales van cursando solas, de forma lenta, pero van cursando y terminan auto limitándose. En cambio, para la neumonía bacteriana sí o sí es necesario un tratamiento antibacteriano para evitar una complicación a corto plazo.
Para esto, hay ciertos antibióticos que están muy bien identificados dependiendo para que población se necesita. Para la neumonía por virus, no hay un tratamiento específico, pero sí hay un retroviral para pacientes con confirmación de neumonía por gripe y más si es un paciente de riesgo.
De no ser un paciente de riesgo, la neumonía viral no se suele tratar más que utilizar antiinflamatorios o descongestivos.
Si bien se cree que la neumonía solo ataca a personas mayores, esto no es así. La neumonía ataca a cualquier grupo etario, aunque las personas mayores a 65 años y menores a 10 sean más propensos a sufrir la enfermedad.
En estos casos, se debe estar atento a la respiración, si el paciente está muy fatigado o si hay signos de poca oxigenación. Estos signos pueden ser si el paciente está con mucosa cianótica (de color azul) o si se coloca el oxímetro y tiene menos de 92 - 90 de saturación a nivel de la sangre.
Otra cuestión importante es remarcar que la neumonía puede atacar en cualquier momento del año. Si bien durante el invierno prevalece más, puede darse en cualquier momento del año.
Finalmente, la neumonía no siempre debe atacarse con antibióticos. Cómo se explicó anteriormente, la neumonía viral no se trata con esos medicamentos, por lo tanto, es importante acudir al doctor en caso de síntomas compatibles como fiebre y tos.
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