El 6 de mayo, el precio del boleto de los trenes sufrió un aumento del 53,85%. El valor del viaje será diferencial, de acuerdo con el tramo recorrido, el método de pago y el estado de registro de la tarjeta SUBE.

Para la Sección 1, el costo pasará de $130 a $200; para la Sección 2, de $169 a $260; y para recorridos de más de 24 km, de $208 a $320. Para aquellos que no hayan registrado su tarjeta, el costo será el doble de la tarifa correspondiente a cada sección, lo que significa $400, $520 y $640, dependiendo de la cantidad de kilómetros recorridos.

Los beneficiarios de la Tarifa Social recibirán un descuento del 55% respecto del cuadro tarifario aplicable a los usuarios que abonen con SUBE nominalizada. Por lo tanto, pagarán $90 para la Sección 1, $117 para la Sección 2 y $144 para la Sección 3.

Entre quienes cuentan con este beneficio se encuentran los monotributistas sociales, los beneficiarios de diferentes asignaciones, y uno de los grupos más descuidados por la política: los jubilados y pensionados.

"Nosotros los jubilados tenemos un sueldo mínimo", comenta tristemente una pasajera al móvil de El Bona TV. Asegura que sumado a la suba del transporte, el haber que los mayores reciben "se va todo" en los diferentes gastos mensuales.

"La situación está malísimamente mal y tenés que hacer magia para poder llegar a fin de mes", se lamenta otra jubilada.

Otra usuaria habitual del transporte expresa que "hay que juntar monedita por monedita para poder viajar porque no te alcanza el sueldo".

Si de por sí viajar de lunes a viernes en el tren afecta al bolsillo de los trabajadores, el tener que combinar diferentes servicios de transporte complica más el llegar a fin de mes, ya que el mínimo de colectivo se encuentra establecido en $270, mientras que viajar en subte cuesta $574.

"Perjudica bastante como soy estudiante", señala otra pasajera en cuanto a la combinación de diferentes transportes. Muchos jóvenes, al tener que asistir a clases y transitar tramos largos, no cuentan con la posibilidad de trabajar y tener un sueldo para solventar los gastos. Y la ayuda de las Becas Progresar no basta siquiera para cargar la SUBE.

Aún así, otros usuarios que viajan todos los días encuentran el precio del tren adecuado. Este es el caso de un trabajador que viaja 44 kilómetros para ir hasta el lugar de su empleo, lo que "no le repercute mucho en el bolsillo" ya que solo abona $200.

"Hay que seguir viajando y hay que seguir trabajando", dice otro pasajero, resignado ante el contexto económico del país y la impotencia de los aumentos imparables.