Un intento de fuga de película se vivió en el partido de Ituzaingó. El preso, identificado como José Ezequiel Martínez Ríos, anudó cinco metros de soga de sábanas para intentar escapar de la unidad penal. Más tarde, usó esa soga para descender por el conducto de ventilación y cortó el alambrado cerca del muro de contención, pero fue divisado por un guardia que emitió la alerta.

El hecho sucedió en la unidad penal 39 de Ituzaingó, minutos antes de las 3 de la mañana. En ese momento, Ríos fue divisado por un guardia después de cortar un alambrado de la cárcel, se activó la alarma penitenciaria y fue encontrado a los minutos escondido en una de las canaletas de desagüe, con principio de hipotermia.

El preso fue asistido por el servicio médico de la unidad carcelaria, para luego ser trasladado al penal de máxima seguridad de Alvear, provincia de Buenos Aires. Se trató de un acto individual, ya que los demás presos estaban en sus celdas durmiendo.

De igual manera, luego de atrapar a Ríos, se activó el protocolo en caso de fuga y se realizó un recuento de la población carcelaria. Ningún interno se opuso a que revisaran sus pertenencias y los compañeros de lugar de detención de Ríos fueron reubicados a otros espacios comunes dentro del complejo.

La cronología del hecho

Según informaron las fuentes policiales, el preso rompió una chapa cobertora para saltar a los espacios verdes, luego hizo un hueco en el alambre perimetral que se encuentra sobre la canaleta y continuó su carrera hacia el muro. Allí fue dónde lo descubrieron.

"Corre agazapado por el canal de evacuación (cuneta de desagüe) existente a la altura del Pabellón N° 8, emprendiendo su marcha hacía el tejido perimetral y estaba acercándose al muro de contención", fue la descripción exacta de las fuentes que lograron evitar que el interno se escape.