"Milei llega con una adhesión débil y empieza a generar decepción"

Este miércoles se cumplió un mes exacto desde que Javier Milei asumiera como presidente y, de esa forma, iniciara el gobierno de La Libertad Avanza. Una experiencia, como mínimo, novedosa en lo que respecta a la política argentina de los últimos 100 años.

En este lapso, el mandatario presentó un DNU que desregula y deroga cientos de leyes, un proyecto de Ley Ómnibus que hace otras tantas modificaciones a otras normas y comenzó a aplicar su plan económico, marcado por un fuerte ajuste que inevitablemente golpeará a las familias.

El Bona TV habló con el analista Rubén Weinsteiner para conocer su opinión sobre la coyuntura que atraviesa el flamante gobierno en sus primeras semanas en la Casa Rosada.

"Milei llega después de un gobierno al que no le fue bien y que generó mucha aversión. El gran ganador de la elección fue la adversión al gobierno anterior. El hecho que hayan ido tres le permitió a Milei llegar. Si hubieran sido Bullrich y Massa, ganaba Bullrich en primera vuelta; y si hubieran sido Milei y Massa, ganaba Milei en primera vuelta. Al haber tres eso le permitió a Massa llegar al balotaje", consideró el especialista.

"Llega con un voto que es del 30%, el 56% de la balotaje es un voto que se conjuga con la aversión y es un voto muy débil. El voto de Milei es el 30% de la primera vuelta, donde pierde por 7 puntos contra Sergio Massa. Digo esto porque llega al gobierno con una adhesión débil de un 30% de la población que creyó básicamente en dos cosas, una que iba a ir contra la casta y otra la dolarización", agregó.

Justamente, esas dos propuestas fueron el caballito de batalla del líder de La Libertad Avanza para romper los pronósticos previos a las PASO y consolidar el voto opositor en el balotaje en el camino al sillón de Rivadavia.

"Había mucha esperanza con la dolarización, incluso en algunas zonas muy de la base de la pirámide estaba instalada la creencia firme de que el 10 de diciembre empezaba a circular la moneda norteamericana y que todos íbamos a tener dólares. Digo esto porque la decepción va en forma directamente proporcional a las expectativas. La expectativa de una motosierra que en realidad se convirtió en licuadora porque va licuando con la inflación, al no subir los salarios y al planchar partidas. Es un gobierno que viene con una adhesión pequeña, lábil, débil y que rápidamente empieza a generar decepción", analizó.

"Las mediciones indican que viene perdiendo casi 1% por día de adhesión. A esto le tenemos que sumar que es un gobierno que no tiene despliegue territorial como el radicalismo y el peronismo. Es decir, no tiene militantes y cuadros políticos que banquen la bandera en cada pueblo del país y tampoco tiene esos militantes que les sirvan de correa de transmisión en términos de feedback. Este gobierno no tiene a nadie en ningún lado, con lo cual no sabe lo que está pasando en el territorio", enfatizó Weinsteiner.

"Sumado a esto, tenemos que señalar que la falta de gestión y de cuadros políticos relevantes es significativa. Lo de la canciller es absolutamente bizarro (NdR: se refiere a declaraciones de Diana Mondino sobre Taiwan, cuestionadas por China, el principal socio comercial de la Argentina)", agregó.

"Uno ve al ministro de Economía Caputo cuando hizo el anuncio y, más allá de sus dificultades de expresión que son conocidas, tuvo que grabar cuatro veces el mensaje porque no daba pie con bola. Uno ve esto también en los diferentes ministerios y el único anclaje de política es Guillermo Franco, que era una tercera línea en el gobierno de Daniel Scioli. O sea, tampoco es que era un gran estadista. Para lo cual, falta política, no hay despliegue territorial", cuestionó el especialista.

"Con la pelea con la periodista Silvia Mercado, el presidente muestra una irascibilidad y una falta de templanza que son imprescindibles en la gestión. Pelearse porque dice que los perros ya estaban en Olivos. A lo sumo puede decirle que no, pero enojarse de esa manera y tuitear dos veces diciendo que es una mentirosa te muestra eso", consideró.

"Vos cuando gobernás, sufrís presiones, tenés problemas, te someten a presiones de altísimo nivel y tenés que no solamente soportarlas sino que tenés que operar bajo esas presiones", concluyó.